miércoles, 30 de diciembre de 2015

el Bosque Viejo, la entrada a un mundo nuevo

La noticia de la edición "definitiva" de El Señor de los Anillos me hizo desearla tras ver qué introducía de novedoso. Pero a causa del precio inmenso de la edición, entre otros motivos por introducir una obra que no tiene por qué ir unida a la de Tolkien en su venta, me eché para atrás y decidí, para darme un capricho, comprar una edición que me gustase y en inglés. Y así fue como llegó a mis manos una reimpresión de la primera edición en un solo volumen de la obra. Y no me arrepiento, ya no sólo porque me haya costado, entre el libro y su porte desde Inglaterra, 4 euros y algunos céntimos, sino que además las noticias negativas sobre la edición "definitiva" no dejan de llegar.

mi ejemplar


Una vez presentado el libro, es momento de exponer las dos ideas sobre las que quería tratar. Hay que tener en cuenta que es la cuarta lectura de El Señor de los Anillos que hago y sobre estos temas he pensado en otras ocasiones, es decir, no es la primera vez que me caliento la cabeza con algunos "misterios" de la obra. Ahora creo que tengo ciertas intuiciones que pueden ayudar a comprender el porqué existe en la obra el Bosque Viejo, Tom Bombadil y Baya de Oro. Ojo, no vamos a tratar el qué son, o quiénes si lo preferís. Que creo que está muy claro. Sino el qué hacen en ese momento de la obra, parando la acción pretendida de la narración.

En primer lugar parémonos a comprender el contexto diegético, por llamarlo de algún modo. Frodo y sus acompañantes emprenden un viaje difícil, oscuro, recorren millas y millas a pie en un viaje sin pausa, a menos que fuesen para descansar. En ese momento se pierden en un bosque abrumador y en él pierden tiempo; esto da la impresión de estar ralentizando el ritmo, de parar la acción, y parece hacer perder tiempo a los hobbits de un modo innecesario y también al lector, que durante tres capítulos no lee nada que afecte de modo trascendente a la acción. Desde un punto de vista impresionista, esto es así.

Ahora, una lectura atenta podría hacernos ver que la estancia en el bosque es de dos noches, quizás porque el día entre ambas noches es suficientemente lluvioso como para no continuar de forma segura. No pierden tanto tiempo. Además, desde un punto de vista interno a la narración, es lógico que Tom Bombadil quisiera saber más sobre ellos (y lo hace cuando no está en "escena", seguramente, hablando con Maggot y con Gildor) y una vez que tiene dicha información, querría hablar con ellos como hacen durante ese día "perdido", ya que comprueba la existencia del anillo único, o les aconseja el mejor modo de llegar al camino del Este. Por tanto, ni es el tiempo que pasan allí tan grande, ni es tan inútil. Quizás, el problema sea más la suma de tres capítulos que ocupa la narración desde que entran en el bosque hasta que llegan a Bree, pero es una idea más impresionista que objetiva. Quizás, sin su paso por el Bosque Viejo, si hubieran ido solos por los túmulos, no habrían pasado con vida de ahí.

Hay otros hechos que nos hacen dudar de la aseveración e impresión de que la parada en el Bosque Viejo es excepcional. Antes de llegar, ya habían parado (y en páginas se extiende bastante) con Gildor, también en casa de Maggot y luego en la casa que compra Frodo justo al lado de la cerca. Son muchas las páginas que se utilizan para contar lo que ocurre en esos lugares. En total, la pausa en esos lugares ocupa más tiempo que en el Bosque Viejo.

Entonces, ¿a qué viene esa impresión de ralentización? Sólo un motivo: el buen hacer de Tolkien. Es decir, Tolkien no sólo utiliza un capítulo entero para contarnos la vivencia en casa de Tom Bombadil, sino que en ella ocurren cosas extrañas, sueños, danzas, comidas y sobre todo charlas. Pero no queda aquí, sino que el capítulo anterior es en el que entran y se extravían en el bosque, para al final, conocer a Tom, que los guiará a su hogar. Ese capítulo es el que más puede producir esa sensación de lentitud gracias al estilo de Tolkien, que aquí nos va contando cada uno de los pasos (literales) de los hobbits (algo que no ocurrirá ya más, quizás hasta Gorgorth, pero aún me queda mucho para llegar ahí y comprobarlo), pasos y palabras y sensaciones, muy minuciosmante. Esto va produciendo una lentitud de la forma que acompaña a la lentitud del contenido. Es decir, Tolkien es un grandísimo narrador por saber, no sólo escribir poéticamente, sino también, adaptarse a cada situación narrativa para que la forma sea la que más se ajuste y así, por tanto, producir una sensación coherente y envolvente. El descanso en casa de Tom y Baya de Oro, así, se convierte en la continuación, ya más sosegada, de lo que venía produciéndose en el capítulo anterior. Aún no he leído el siguiente capítulo, pero lo recuerdo suficientemente bien como para saber que es la culminación de esta tríada de capítulos en los que Tom es el personaje más intrigante (aunque para mí, sinceramente, lo es Baya de Oro). Una vez llegan a Bree, los tres capítulos anteriores (el que sean tres es lo que más hace que tengamos la impresión de pérdida de tiempo) parecen ser como un mal sueño en la mente de los hobbits, el camino que parece que no debieron perder se reanuda y todo sigue como debiera.

¿Alguien sabe de quién es esta imagen?

Y aquí viene, tras esta larga introducción, el quid de la cuestión: ¿a qué vienen estos capítulos? Tengo el recuerdo de haber leído mucho sobre esto, pero nada seguro, lo que demuestra el interés sobre estos capítulos tan extraños y, aparentemente, tan fuera de lugar y de la acción narrativa. Voy aquí a intentar exponer dos intuiciones que contradicen esa impresión. Quizás, si me resultare fácil, más adelante buscaré en Cartas de Tolkien y en la Historia de El Señor de los Anillos información proveniente de Tolkien, padre e hijo. Partamos de la conclusión directamente, que no es más que una impresión que me ha surgido al leer y reflexionar sobre ello; después intentaremos justificarlo. Los capítulos de Tom Bombadil son capítulos que sirven para introducir de un modo directo y ya para siempre la magia y la geografía.

Con el concepto magia no me refiero al acto de invocar dragones que acaben con el enemigo, como si de una aventura de Dragones y Mazmorras hablásemos. Me refiero a lo maravilloso, a lo no previamente natural, racional. lógico. En la Tierra Media, en la que nos introducimos por los ojos de hobbits a través de un lugar tranquilo, lejano de ruidos, ajeno a seres extraños, que no aparecen en su propia tradición más que en historias y algo en recuerdos de su propia Historia, no hay magia. La Comarca aparece definida muy bien por Tolkien como lugar apartado y tranquilo, y no voy a repetir sobre esto, pero sí es interesante pararnos en un detalle. Hacia el este, que es hacia donde transcurre la aventura, la Comarca está delimitada por una cerca muy, muy larga. Una vez que los hobits traspasan el último límite del lugar tranquilo, entran de lleno en lo desconocido, de donde sólo algunos rumores se conocen. Ahí comienza lo maravilloso, lo desconocido y el miedo. Es la introducción en lo mágico, y, quizás, sólo sea esa la utilidad de los capítulos, si es que se puede hablar de utilidad en estos casos. Pero es obvio que al entrar en un nuevo ámbito geográfico y, no olvidemos, también una nueva etapa de la vida de unos personajes que observamos, que es, en cierta forma, también una parte de nuestra propia vida, es el momento idóneo para la introducción de lo que entonces parece inverosímil dentro de la lógica interna que hemos conocido, pero que después será parte intrínseca del camino vital.

Entre los elementos mágicos tenemos al Hombre Sauce, a Tom Bombadil y a Baya de Oro. Son lo nuevo frente a los hobbits y elfos o, incluso, Gandalf, como ser excéntrico, que no pasa de pirotécnico para los hobbits. Ahora hay una gran revelación de la magia. El momento en el que Tom se pone el anillo y no ocurre nada o cuando Frodo se lo pone y Tom es capaz de verlo son los momentos más explícitos. Algo que no había ocurrido nunca. O el Hombre Sauce, que engulle a Merry y Pippin. Baya de Oro, que aparece como una dama que parece tener una relación muy íntima con la naturaleza, como se ve por las descripciones que Tolkien nos hace de ella. Que los primeros personajes, al salir de la Comarca, sean de este cariz es, para mí, prueba de que se busca romper con lo viejo, con nuestra vida pasada apacible y normal. Es aquí cuando la Tierra Media se llena de seres mágicos y ya sabemos que no todo es tan normal como los hobbits o los elfos, que no pasan de parecer como grandes sabios, nos hacen creer al comienzo de nuestra lectura. Y así, en definitiva, se ensancha el mundo hacia lo incognoscible y eterno.

Otra función que podemos intuir de estos capítulos sería la de servirnos de obertura a un mundo nuevo y aquí mundo lo utilizo en su sentido más geográfico. La Tierra Media es un mundo vasto y lleno de países muy distintos entre sí. Desde tierras secas, baldías, a frondosos bosques, regiones de verde intenso de praderas, montañas enormes y cuevas profundas habitadas. Sin embargo, todo comienza en un lugar de colinas suaves, llanuras cultivadas y regadas por algún río. Un lugar no especialmente distinto a lo que nosotros mismos conocemos que es, precisamente, lo que Tolkien pretendía. Es en estos capítulos, especialmente el primero de ellos, una vez que cruzamos el arco y túnel de la Cerca, cuando nos encontramos en un mundo nuevo, no sólo para nosotros, sino para estos hobbits, que no habían pasado de la región de los Gamos. El Bosque Viejo se presenta como un mundo vegetal con conciencia propia, capaz de dirigir los pasos del caminante por donde quiere, capaz incluso de odiar a todo ser que no tenga raíces. Es un bosque que ya nos preludia lo que será la Tierra Media, un lugar lleno de peligros y que donde menos te lo esperas la Naturaleza se puede volver contra ti o, también, ayudarte.

En otro sentido es presentada la geografía, en especial en el capítulo VII. En este capítulo Tom y Baya hablan del mundo. Y se hace referencia a que la Tierra no siempre fue igual, de hecho, que no existe un siempre para la Tierra Media. Hubo un principio para la Tierra Media que conoció Tom y cuyo pasar del tiempo había ido modificándola, no siempre había sido igual. Sabemos que el bosque es el resto más antiguo de los bosques primeros de la Tierra Media, que sus árboles están ahí desde entonces, y eso nos evoca la enormidad del tiempo, la modificación del espacio y la pequeñez de una generación, de un individuo. En definitiva, estas serían las dos visiones de la geografía que nos presentan estos capítulos.

Una vez que ya sabemos que estamos en un lugar antiguo, no siempre igual, lleno de peligros y rodeado todo de una magia no aprehensible ni controlable por cualquiera, y no en una simple región calma de agricultores y fumadores de pipa, se nos acrecienta el interés por una obra que sabemos que no es breve. Ahora, además, con nuevos alicientes que apelan a nuestro más profundo gusto por lo extraño, lo maravilloso, lo mágico, pero también artístico, imaginativo y estético.

(Las imágenes son propiedad de sus autores, etc., han sido tomadas de internet excepto la foto de mi libro)
















miércoles, 2 de diciembre de 2015

animalistas. Un artículo que no va a gustar a nadie

En este artículo quiero reflexionar sobre un hecho desagradable en varias dimensiones. No es algo que esté ahora en el candelero, pero en una conversación con una amiga fue desarrollándose algunas ideas sobre este tema. Se trata de lo que considero, sin ningún tipo de problema, como hipocresía de los mal llamados "animalistas", no de todos, que los habrá buenos, quizás; me refiero a aquellos que son capaces de utilizar la violencia contra otra persona por defender a un animal. Me explico.

Hay que partir de un topos, un lugar común que creo que todo el mundo acepta. Al menos, todo el mundo apreciable: el maltrato a otro ser vivo es malo. Y cuando digo que es malo, es que es una acción producto del MAL. Por tanto, no puede haber ningún argumento que no sea manipulador a favor del maltrato. Para mí, y hago este paréntesis para que no se me confunda, el matar para comer, siempre que respete la tradición cultural del momento, no entra dentro del maltrato. Y aquí la discusión podría alargarse, pero creo que la premisa básica es aceptada por todo el mundo que merece, de antemano, tomar en cuenta en una disquisición.

Nadie me negará que amar al hijo bueno es fácil. Al hijo que obedece, al hijo respetuoso con los padres, esos padres le tendrán aprecio y se sentirán orgullosos. Sin embargo, más difícil y, sin embargo, más valioso es el amor al hijo pródigo. Ya nos lo enseñó el Pescador. Podemos sacar una conclusión: amar al que se muestra leal y cercano es más fácil. Es más, es más fácil amar al que piensa como tú, es decir, al que se encuentra en tu área personal, en tu círculo. Todos hemos sido despreciados por gente que pensaba diferente de nosotros. Despreciados, insultados y algunos hemos tenido la bendición de ser golpeados por ese motivo. Es difícil, en definitiva, amar al diferente.

Esto me lleva a que odiar es fácil. Odiar a otro Ser Humano es muy fácil. Y creo que nadie negará que odiar a otro Ser Humano cuando piensa diferente a ti es algo que apenas requiere esfuerzo. Los ejemplos los podéis encontrar en canciones, en entrevistas televisivas, en estadios de fútbol o en las guerras continuas.

Esto se engarza con lo que decía de la hipocresía de los falsos animalistas en cuanto que ellos aman a unos seres vivos, pero odian, odian con todas sus fuerzas, a otros seres vivos, a los que más se parecen genéticamente a ellos, pero que ideológicamente más se diferencian. Donde hay odio hay maldad. Las buenas intenciones hacia los animales se quedan en nada cuando el odio se escurre por otras vetas. Es el nuevo racismo. Antes hubo épocas en que se odió a razas, o a clases, o a extraterrestres (en serio, hubo ese odio en EEUU). Ahora se odia al que ideológicamente no se parece, se diferencia, está lejos, al que no es leal a tus ideas, el que se rebelde a tus expectativas.

Los mismos que odian a esos Seres Humanos, "aman" a animales, pero ¿a qué animales? ¿Al tapir?, ¿al kiwi? Más bien al perro, por ejemplo. ¿Por qué? Precisamente por el mismo motivo que odian a la persona diferente. Porque el perro es el animal fiel por antonomasia. Es el animal que muestra esos valores que les faltan a las otras personas. Ese amor que no son capaces de expresar a un hermano, se lo expresan al perro, que es indefenso y la relación no es en ningún caso intelectual, con el que razonar de un modo lógico, con el que discutir sobre los puntos en los que la opinión diverge. Lo fácil es odiar, y por eso se ama al que no puede negar ese amor, o rechazarlo, o revelarse. El odio, que es lo que impera en el alma de esas personas, son las que sale fuera y así son capaces de atacar violentamente contra aquellos que atentan contra otros animales.

Así, los animalistas son hipócritas, porque "aman" al que es fácil de amar. En el fondo no aman ni han sentido nunca amor. Su alma es odio, mientras no amen lo contrario.


martes, 17 de noviembre de 2015

dónde encontrar mi opinión y música vikinga

Quiero comunicar desde este blog, que estoy participando en otro en el que realizo artículos de opinión desde mi particular modo de ver las cosas. El tema es libre, pero suelo escribir después de ver las noticias, pues es el momento en el que más analizo la situación y mas argumentos se me ocurren para contradecir casi todo lo que dice la prensa oficial del Sistema.

El blog es: http://myopinionbox.blogspot.com.es/

Mis artículos vienen así señalados en la "firma" del texto. Aún no existe, pero crearé una etiqueta con mi nombre para etiquetar todos los textos que yo realizo y así poder encontrarlos fácilmente.

Hay algo que me apena, en que tiene raíz muchos de los problemas actuales, el internacionalismo o mundialismo, que ya me explicaron que no es lo mismo, pero no me aclaro. Seguro que entendéis qué quiero decir. La intervención de unos países sobre otros países soberanos. Así EEUU o el EI. Esto provoca frustraciones, guerras, desplazamientos forzosos de poblaciones, hambre, sufrimiento, agonía de la Tierra en definitiva. Vivir en paz y en amor al prójimo es tarea imposible mientras haya países que basen su supervivencia en el hambre de otros países.

Quiero dejar aquí una canción secular, que viene a hablarnos de otros tiempos que aún algunos recordamos. Que nos ayude a reflexionar sobre el origen de todos nuestros males.




martes, 27 de octubre de 2015

máximas XI

1 - Irremediablemente abonado a las relaciones in absentia. Pero de raíces más que de sufijos.
2 - Si un minuto de silencio está acompañado de música, ya no es de silencio, es de música.
3 - La felicidad es la suma de dos voluntades que se buscan.
4 - Hasta el siglo XIX, el poeta era un vate. Desde entoncenes, un periodista.
5 - El silencio es la virtud de los prudentes.

domingo, 25 de octubre de 2015

tres películas

Últimamente he visto tres películas.

Ana de los mil días. Es una película centrada en el encaprichamiento por parte de un rey gordo en una mujer de entre diez y dieciséis años menos (no se sabe su año de nacimiento), posterior romance adúltero, desencanto por egoísmo y finalmente desecho de ese amor. Su capricho lleva a la ruina de todo un reino y toda una civilización. Sirve este hecho para mostrarnos una corte llena de personajes variopintos, aunque en la película sólo dos aparecen más o menos perfilados a parte de los protagonistas, el rey y la amante, posterior reina (aunque también la legítima esposa está lograda). Estos otros personajes bien trabajados son Tomás Cromwell y el obispo Wolsey. El clérigo me parece que no muy realistamente, pues si no me equivoco debería haber muerto antes en la película para ser fieles a la historia. Tomás Cromwell no debió ser muy diferente a como se le retrata en la película: una rata.
Sí, Orson Welles

Un hombre para la eternidad. Se enmarca en el mismo momento histórico y el protagonista es uno de los que aparece en la corte del rey de la película anterior, pero que en aquella no es tratado con justicia (o con atención). En este caso, es prácticamente el único personaje, el resto son peleles. Hasta el rey. El rey más que nadie. Sin embargo, el protagonista de esta película es un personaje histórico del que conozco bien poco y que ahora me interesa más que nunca. Tomás Moro, un buen cristiano, uno de las decenas de buenos cristianos de la Inglaterra de aquella época (entre 50 y 70 mil que perdieron su vida por defender la fe cristiana). Si no fuera por lo logrado que está este personaje, no merecería la pena la película.


Ambas películas, que se llevan 3 años de diferencia en su producción, participa el mismo compositor musical, Georges Delerue. Se nota que conoce la época que intenta retratar musicalmente. Os recomiendo ambas películas.

Tres lanceros bengalíes. No conocía le película, pero leí que José Antonio Primo de Rivera la recomendaba. Si os digo la verdad, es por el motivo que la vi. Y no me arrepiento, pues es una película que trata de un tema central, la lealtad. La lealtad vista desde varios puntos de vista. La lealtad para con el ejército en primer lugar, que no es una lealtad hacia el rey o hacia la patria, sino hacia el ejército, y lo dejan bien claro. Es la disciplina militar la que aquí vuela como un águila controlando el comportamiento y los corazones. Por otro lado, la lealtad hacia la familia. La lealtad de un hijo hacia un padre y de un padre hacia un hijo. Pero no de un modo cualquiera, sino que ambas lealtades entran en choque y la inteligencia y dichas lealtades se interconectan y el conflicto se soluciona en una situación militar de alta tensión y peligro. Peligro mortal. En definitiva, otra película épica basada en la India colonizada por su Majestad el rey de Inglaterra.

Como veis, son tres películas de contenido anglosajón, pues hay que conocer al enemigo para derrotarlo. Tres películas que os recomiendo. Os recomiendo todo el cine. Hasta el malo. Mejor que Gran Hermano (programa de televisón) o MYHYV va a ser.

miércoles, 21 de octubre de 2015

música persa actual

Cosas bonitas que veo por ahi. Alguien sugería su parecido con la música celta, sólo hay que ver el parecido acústico con las gaitas. A mí me sorprende también la capacidad de no perder fuelle. Es tradición, es cultura.




Tengo en mente (cuántas veces habré dicho esto) una entrada sobre unas obras de Tolkien. Sólo para mostrarlas en foto y hacer algún comentario. Por ahora, voy a a ver un documental sobre la sinestesia.


Un saludo.

lunes, 5 de octubre de 2015

... y en pleno siglo XXI (Segunda parte)


En 2008 publiqué en antiguo blog, aunque no recuerdo si era un myspace de hotmail, o dónde, lo siguiente. No modifico ni una coma.

No consiste en eso la cultura del siglo actual, su excelencia entre todos los pasados y venideros, y la felicidad mia y de mis contemporáneos. El punto está en que se come con más primor; los lacayos hablan de religión; los maridos y los amantes no se desafían; y desde el sitio de Troya hasta el de Almeida, no se ha visto producción más honrosa para el espíritu humano, tan útil para la sociedad y tan maravillosa en sus efectos, como los polvos "sans pareille*" inventados por Monsieur Frivolité en la calle de San Honorato en París.

Dices muy bien -le repliqué- ; y me levanté para ir a mis oraciones acostumbradas, añadiendo una, y muy fervorosa, para que el cielo aparte de mi patria los efectos de la cultura de este siglo, si consiste en lo que éste ponía su defensa.

De Cartas marruecas  de José Cadalso.

* polvos que usaban los aristócratas de la época, signo de clase y distinción.

Mi comentario: ¡cómo la vida misma en pleno siglo XXI, no hemos cambiado nada y mira que ha pasado tiempo!


Así lo publiqué la otra vez. Hoy haría algún cambio formal, como poner Cartas Marruecas en cursiva. En su momento se llamó esta entrada; falta de cultura hoy como en el siglo XVIII, Pero hoy en día prefiero el título que le he puesto, pues me interesa más el tema de la no progresión efectiva en la sociedad humana (aunque sí en la tecnológica-científica, pues es éste el único ámbito de progreso que hay). El título que tiene proviene de un artículo un poco dañino e irónico que publiqué y que ahora también modificaría, quizás, un poco. Es este:  http://alargamientocompensatorio.blogspot.com.es/2014/02/y-en-pleno-siglo-xxi.html

También os dejo esta otra entrada que hice hace ya un tiempo en este mismo blog: 

http://alargamientocompensatorio.blogspot.com.es/2013/03/somo-mas-tontos-ahora-que-hace-2400-anos.html

Así que, por lo que se ve, mi yo de hace 7 años ya miraba por las grietas de esta sociedad hacia otra dimensión más profunda y real, menos contaminada por la imagen que nos han vendido en los institutos y en las televisión de sociedad del progreso y la democracia.

domingo, 23 de agosto de 2015

málaga

He estado este verano dos veces en Málaga. No es cuestión de hacer entradas filosóficas, ni melancólicas ni sentimentaloides. Pero es la primera vez que he visitado la ciudad de Málaga. Quería usar esta entrada de recuerdo de algunos momentos.

Sólo un par de fotos, una de cada visita.

En la primera visita, que vi muchas cosas, hubo una escena que me embargó entero. Visitando la Catedral, en silencio (excepto por dos vigilantes de seguridad que hablaban más alto de la cuenta) pude pasear visitando todas las capillas. Hubo una que al llegar me impresionó por ser una escena que sabía capturar a la perfección la gloria de Dios y el recogimiento ante ella. Era la capilla dedicada a la Encarnación. Cada momento de la vida de Jesús es fundamental para la historia de la Humanidad, pero saber recoger con esta ambientación justo el momento de su venida a este mundo es maravilloso.


Para mi gusto, la luz perfecta y la sombra exterior perfecta para la adoración del momento en el que Dios se hace carne en el vientre de la Virgen. 

De mi segunda visita es más difícil elegir foto. Tanto en la primer como en la segunda visita lo vivido con los amigos ha sido importante y bonito, pero no quería focalizar la visita en lo vivido con ellos. Puesto que cualquier foto con ellos sería igual de importante. Por eso de esta visita voy a subir una foto de la visita al centro Pompidou, en el que he podido disfrutar de bonitas obras y de tomaduras de pelo. Os dejo una de las que más me ha gustado, Couple, de Picasso.

















Voy a hacer una mención de honor a Sigalit Landau:


domingo, 9 de agosto de 2015

Máximas X

1- La curiosidad es el origen de nuestros males.
2- El objetivo no es saber más, sino saber mejor.
3- Hay que ser ricachón para ser decadente, para intentar la bohemia, sólo hay que ser pobre. 
4- Amor, si aceptaras y disfrutaras de la desazón, estarías mejor conmigo. (con dedicatoria incluida)
5- Lo que me diferencia de los demás soberbios es que, además, me doy vergüenza ajena-propia.

sábado, 8 de agosto de 2015

mi cara es un lamento por Cneo Cornelio Escipión

En una visita reciente de un amigo nazareno, nos propusimos buscar el rogus Scipionis en el lugar que, con los textos y la toponimia delante, es el único sitio posible donde localizarlo. Este lugar se encuentra en las cercanías de Hornos de Segura.

En nuestra búsqueda del lugar más próximo a aquel en el que es más fácil que Cneo Cornelio Escipión fuera muerto, atrapado en una construcción que fuese incendiada, tuvimos buenos ratos de conversación, de hipotetizar y de observar in situ y desde lo alto la orografía.

Aquí dejo una foto de la señalización más cercana al punto.


mi cara es un lamento por Cneo.
Os dejo un enlace a un artículo revelador.

Ilorci, Scipionis rogus (Plinio, NH III, 9) y algunos problemas de la Segunda Guerra Púnica en Hispania


jueves, 30 de julio de 2015

despedida




 De toda la canción, destaco el final:

All I wish is to be in grave with her,
slowly transforming back into dirt.
Deep under the sacred ground.
No one will be able to part us now.

sábado, 25 de julio de 2015

regalando libros

No soy mucho de regalar libros, pero si alguno lo tengo repetido, lo regalo, (excepto El Señor de los Anillos, y algunos más). Pues hay dos que quiero regalar y así lo haré. Veinte mil leguas de viaje submarino, de Orbis, colección Las Grandes Novelas de Aventuras 22. Traducción de la editorial Molino, pero no aparece traductor. La comparé con el otro ejemplar que tengo, en dos volúmenes, de editorial Nauta, sin traductor, y el resultado fue que la de Nauta me gusta más (eso sí, no lo he comparado con el original, por lo que no significa que sea mejor traducción, ni pretendo decir tal cosa), por eso regalo el ejemplar de Orbis. Si me hubiera gustado más la traducción de Orbis posiblemente no lo hubiera regalado y me hubiera quedado con ambas versiones.




El segundo libro que regalaré, y a diferencia del otro a través de un sorteo entre dos damiselas, será una colección de 4 cuentos de Oscar Wilde, publicado por el periódico El País. Este lo regalo porque tengo una edición con todos los cuentos.




Todo esto no lo cuento por nada en especial.Pero me gusta enseñar los libros que tengo, aunque no los tendré. Lo malo es el coñazo de darlos de baja del índice de la Bibliteca Cosmas Indicopleustes.

lunes, 13 de julio de 2015

El hombre de arena y otros relatos. De E. T. A. Hoffmann

      Por fin puedo hablar un poco de otro libro. Es un libro preparado por el diario: El País. En una colección llamada: Maestros del terror. Fue una colección de obritas cortas o recopilaciones de algunos relatos. Pude comprarme dos en la calle, a un vendedor ambulante. Uno de ellos es del que quiero hablar ahora.

fuente: wikipedia

      El autor es E. T. A. Hoffmann, el título que le han puesto al libro es: El hombre de arena y otros relatos. Incluye cuatro relatos. "El hombre de arena", "Vampirismo", "Bárbara Roloffin", "Historias de fantasmas". Es una selección heterogénea en cuanto al ser fantástico del que trata. Los dos primeros relatos son más extensos, especialmente el primero, lo que llevará a análisis más largos que los dos últimos. Nuestro interés principal a la hora de los análisis de estos textos reside en comprobar el componente gótico de estas obras, consideradas como tal. Sin embargo, la ausencia de textos teóricos serios (que hayamos comprobado al menos) sobre qué sea o no la literatura gótica nos lleva a analizar estas obras en busca de llegar a conclusiones válidas. Pinchando en la etiqueta "gótico" podréis ver los libros analizados hasta ahora desde esta óptica.
      En primer lugar, recordemos los elementos a los que concluimos como necesarios de un cuento gótico y que ya recopilé en mi comentario a El italiano:
 Para que una novela sea gótica, consideramos que tiene que tener una historia en el que el elemento infernal esté presente de algún modo significativo, es decir, que sea una característica sin la cual la historia no funcione. Y, por otro lado, se considera una cierta estética como propia de lo gótico, con elementos fantasmales, oscuridad, ruinas, etc. que, además, están relacionadas con lo infernal, es decir, no son un mero adorno. También, creemos que los personajes deben estar construidos según la nueva forma prerromántica de construcción de personajes, cuyas características serán ajenas a su clase social o posición social, sino que cada personajes estará definido por unas características propias psicológicas y morales. Por último, el que los sentimientos estén situados en la narración en un plano superior, siendo necesarios para el desarrollo de la historia y como característica necesaria de los personajes frente al puro raciocinio podría ser la última característica necesaria en una narración gótica. Se pueden encontrar otras características si buscamos en internet, pero no son compartidas por todas las novelas.
mi libro
      Dicho esto, el libro comienza con el relato más extenso, "El hombre de arena", publicado por primera vez en 1817, en una colección de cuentos suyos: Piezas nocturnas. Trata sobre el enfrentamiento, el conflicto, de un varón alemán de clase media con un personaje de la mitología popular nórdica, como nuestro hombre del saco, que atemoriza a los niños para que vayan a dormir, con el riesgo de que si no lo hacen éste se aparezca y  les eche arena en los ojos hasta sangrar y llevárselos. Este es el motivo que traumatiza a Nataniel desde pequeño. La diferencia con respecto a otros niños es que cuando se acostaba y era amenazado con que venía el hombre de arena, resultaba que finalmente la puerta se abría y se oían pasos que él oía, atemorizado, desde la cama. Con el tiempo Nataniel descubre quién es ese "hombre de arena" que efectivamente llegaba a casa: el abogado de la familia. No desvelaré partes esenciales de la trama, pero será necesario hacer referencia a los elementos que contiene el relato, como los siguientes, que nos permitan sumar a éste al género gótico.
      En cuanto al elemento infernal, término que utilicé en las entradas anteriores sobre el género gótico para referirme a lo sobrenatural, fantástico, pero de corte negativo: apariciones, magia, pactos con el diablo, espectros, etc., podemos considerar que aquí aparece, aunque no tenga, en principio, un carácter cristiano-satánico. La hechicería, más bien cierta alquimia, oscura y maligna, rodea a la historia, es el detonante de la historia y a la vez el motor que mueve el desarrollo del argumento.
      La aparición de una autómata, es decir, de un robot, no se puede considerar como elemento infernal, elemento gótico, sino que es pertenece a lo fantástico sin más. Sería interesante estudiar la aparición de robots-autómatas en la literatura decimonónica y anterior para comprobar cómo se desarrolla este tipo de motivo-personaje. Sin embargo, sí consideramos el elemento infernal en su construcción, en la que participa en algo el hombre de arena y su alquimia.
      Este ser tiene cierta manía entorno a un motivo central, los ojos. Paremos un segundo a analizar esto. Por un lado, la leyenda para asustar a los niños incluye a un ser que te quita los ojos. La madre del protagonista le dice que es sólo un cuento para asustar, una alegoría incluso. Pero la vieja criada se lo cuenta como algo verdadero (me acuerdo ahora de la vieja Tata de Juego de Tronos). Cuando el hombre de arena resulta ser más real de lo pretendido tiene una obsesión con los ojos. Esta obsesión se transporta al protagonista, que desde su primer enfrentamiento con el hombre de arena se siente distinto. Hacia el final del relato son unos ojos ensangrentados los que le vuelven loco. Un poco más adelante, restituido, en una visita a un torreón, busca para ver el paisaje unos prismáticos adquiridos a un misterioso personaje, que imaginaréis quién es, y al ponérselos ve a Clara, su amada, a través de ellos, a quien los ojos les chispeaban, y la locura se apodera de él. Así llega el final trágico. La cosa no es sólo los ojos de Clara, también los propios prismáticos, ojos falsos que sirve de catalizador de la magia negra del hombre de arena.
      En cuanto a la estética, a diferencia de las novelas góticas, no tenemos escenarios del pasado, ni ocurre la historia en España o Italia, en conventos ni cabañas ensangrentadas, en mitad de bosques nocturnos. Sin embargo, sí hay cierto ambiente cerrado, como es la habitación del protagonista, o la casa donde se encuentra con la autómata. No es suficiente este detalle para considerarla gótica.
      En cuanto a la composición de los personajes, éstos son ya de construcción moderna. Tenemos personajes que tienen personalidad propia al margen de su clase social, estudios, etc. El conflicto de cada uno es propio de sus circunstancias. Así, el protagonista sucumbe ante la crisis de su infancia y desde entonces es propenso a la monomanía, afección que le invade tanto de pequeño como de mayor, en el que una idea se le introduce en la mente y se obsesiona con ella. Esto acerca el relato a los cuentos de terror posteriores, en los que se justifica lo sobrenatural de un modo científico, médico, etc. Especialmente se acerca a los cuentos de Maupassant, si bien es cierto que hay una diferencia grande: en Maupassant no hay nada más allá de los problemas psicológicos del personajes, aquí sí es real el hecho sobrenatural. Aún no es el periodo naturalista, pero el relato de terror ya tiene elementos científicos que lo convierten en moderno.
      Una de esas monomanías se hace visible en el período adulto del protagonista a través de su relación con las mujeres. Aquí no son exactamente las pasiones exacerbadas de amor las que dirigen la acción del protagonista. Más bien, son esos problemas que hace que se centre en un sentimiento o en una idea de un modo obsesivo. Por ese motivo, no es una muestra clásica de goticismo, es un paso adelante, introduciendo la locura, o crisis de locura, como elemento perturbador, creador de tensión y terror.
      En definitiva, sí metería este relato como un relato gótico, hay elementos suficientes, de oscuridad, la presencia del elemento infernal, la estética, actualizada, heterodoxa con respecto a la novela típica, no se opone a lo más esencial de lo gótico, que sería el lugar cerrado en el que ocurren cosas inexplicables desde la razón. El sentimiento, aquí con su dosis de locura, sería el último recurso que convertiría esta novela en un exponente más moderno que las novelas del siglo XVIII góticas.
      Debemos tener en cuenta también que no sólo no es una novela, es un relato, sino que además, es una obra alemana que tendrá su propia tradición y su propia intertextualidad que aún no conocemos y que sin duda nos explicarían esos elementos de locura o la presencia de autómatas, que hacen de esta obra especial, moderna, un paso adelante en el género.
      El hecho de ser un relato explicaría que la trama sea sencilla. No sea compleja, como lo analizado aquí hasta ahora: una historia de amor con una complicación que les impide estar juntos y todo lo que en torno a esta historia ocurre. Algo de eso hay, pero al ser un relato, la elección del "fijamiento" en el conflicto personal de uno de los dos amantes es acertada, ya que permite que en pocas páginas podamos tener un relato de terror gótico propio. Algo así ocurre en el Castillo de Otranto, donde la estética lo es todo, por encima de la historia. No obstante es una novela breve.

      El siguiente relato, "Vampirismo", (ojo con el enlace, no estoy de acuerdo con su comentario previo, la literatura gótica es anterior a lo que pretende) publicado en 1921 en la colección Los hermanos de San Serapión, trata el tema que su título indica, pero con un detalles que algunos no se lo esperarán. Aquí el vampiro es mujer. Es, creemos, un precedente claro de Carmilla, de Joseph Sheridan Le Fanu. No tenemos constancia de que haya otras vampiras anteriores a esta de Hoffmann, y si alguien las conoce, que nos deje un comentario porque resulta muy interesante este hecho.
      La colección en la que se presenta este relato está creado al estilo del Decamerón (creemos), puesto que hay un primer nivel diegético en el que unos amigos o algo así se reúnen dispuestos a contarse historias de terror. Uno de ellos es éste.
      Trata de una pareja que se encuentra, tras una visita que ella y su madre realizan al protagonista. Todo comenzará desde el interés matrimonial de él, por amor, y a los hechos extrañadores, avisadores, que aparecen: la advertencia contra estas mujeres de un tío, la actitud negativa del padre del protagonista hacia ellas, de los dichos de los criados sobre la madre de la prometida, según los cuales vagaba por la noche hacia el cementerio.
      Con respecto a su carácter gótico, debemos partir del elemento infernal. En este caso es evidente que ante la presencia del vampirismo no debemos más que aceptar que está presente esta primera característica. Lo fantástico aquí no es sólo sobrenatural, sino que lo es además de un modo negativo, buscando el terror en la mente del lector con todo el misterio que rodea a la pareja de mujeres. A parte de la ambientación que rodea a estas mujeres, y que veremos más adelante, hay un hecho que introduce en primer lugar este elemento infernal. Aurelia relata la historia de su madre y de ella, a lo largo de la cual relata algo que puede pasar desapercibido, pero que tras la lectura toma significado: el amante de la baronesa le pega una paliza a la propia baronesa al grito de "espera, maldito diablo, bruja del infierno, te haré tragar tu banquete de bodas". Sin saber a qué se refiere exactamente, tenemos aquí una acusación que deja mucho a la imaginación. Poco después reciben una carta en la noche, tras cuya lectura exclama alegre a su hija que ni ella quiere que le alcance  la maldición que "el malvado espíritu" le ha echado, sin saber cuál es ese espíritu, ¿el amante de la paliza? ¿El demonio? También aparece referida la confesión del criminal, que acusa a la baronesa de "hechos muy singulares", pero que no se especifican, como tampoco se especifican las cosas depravadas que la niña había pillado a su madre y al criminal haciendo. Cuando deciden marchar de la corte, en busca de tranquilidad, y paran en el palacio del conde, y se prometen, la baronesa amenaza con vengarse de ella cuando esté en su máxima felicidad, si muere repentinamente, y termina su intervención: "En el crispamiento que me costó tu parto, la astucia de Satán..." (¿Tendrá que ver con la maldición anunciada antes?). Tras la muerte de la madre, de forma repentina, es la hija la que empieza a sufrir trastornos psicosomáticos, una tortura interna que le provoca un dolor que cierto médico achaca al embarazo. Aquí aparece otro detalle que cobra todo su sentido tras la lectura final, y es el interés que siente ella cuando escucha hablar al médico sobrelos antojos de las embarazadas, antojos que deben cumplir, y llega a relatar casos curiosos de antojos relacionados con sangre... Desde ese momento, la chica se ve más calmada, aunque más pálida, incluso, deja de comer sin perder salud... Como vemos, en este relato el elemento infernal aparece como por cuentagotas, más sutil que en las novelas analizadas hasta ahora en este blog; aparecen en forma de hechos que cobran sentido en el final del relato, pero que durante su lectura sabemos que es una presencia real, que está presente, pero en ningún caso se hace explícita el quién, el cómo, el cuándo, sólo su presencia.
      Aquí se une el siguiente elemento del goticismo, pues la estética en este relato es propia de este género. Por un lado, la ambientación se retrotrae varios siglos en el tiempo. siendo los protagonistas nobles. Por otro lado, el ambiente oscuro del relato se produce en dos direcciones: por un lado, el escenario más aterrador, que aparece referido o directamente a lo largo del relato: el cementerio. Por otro lado, la sensación que intenta transmitir el mismo título del relato se ve apoyado por la presencia del frío en el contacto físico del protagonista con la baronesa, al darle la mano, momento en que sufre la baronesa un ataque que la hace parecer un cadáver. El aspecto pálido, demacrado tanto de la baronesa como de su hija refuerzan esta sensación. Este frío real o simbólico es el elemento sensual que, junto con la ambientación oscura del final, produce el carácter gótico.
      Hay que añadir la doble lectura, la recta y la desconfiada de la respuesta de Aurelia ante esta petición de casarse tras la muerte de la baronesa "-¡Sí, sí, por todos los santos, por mi salvación!" Que  nos lleva a pensar sobre qué quiere decir con esto de salvación. Es otro elemento creador de ambientación, de extrañamiento, que provoca la incomodidad del lector antes un hecho previsible, pero fuera de lo común.
      En cuanto al sentimentalismo exacerbado o patetismo, propio del prerromanticismo, y por tanto de la literatura gótica, tenemos un momento nuclear del relato en el que éste se hace patente. El momento en el que el protagonista pide a Aurelia que se casen, tras el aplazamiento de la boda por la muerte de la madre, está lleno de patetismo, desconsuelo incluso. Esta actitud que ya vimos en las novelas inglesas góticas del siglo XVIII permiten, definitivamente, introducir a este relato dentro de esta literatura.
      En cuanto a la construcción de personajes, como ocurría en el anterior relato, hay personajes redondos, con sus motivaciones y sus formas de ser producto de la experiencia. Un detalle interesante estaría en la actitud del protagonista, cuando le pide a su prometida que frente a lo correcto (el luto por la madre de ella) deben hacer lo conveniente (casarse), detalle que nos lleva a comprobar la actitud no decorosa, contraria a las convenciones sociales, sino sentimental e individual. Detalle de la modernidad del relato en su momento.
      Podemos decir que son estas características las que hacen gótico al relato a pesar de que, como ocurre con "El hombre de arena", lo limitado de la extensión no permite una composición compleja en cuanto a trama que permita producir el mismo efecto que una novela.


      El siguiente relato bastante más breve, es "Bárbara Roloffin". Quizás publicada en el mismo libro que el anterior relato. Trata de un extranjero que llega a Berlín. Pronto se hace querer. Llama la atención por su gran estatura, su elegancia, su simpatía, su actitud alegre, jovial, dispuesto a bailar y participar de otras actividades sociales, y, además, sin ningún tipo de querencia por el poder. El conflico surge cuando hace que la partera Bárbara Roloffin, tras discutir con ella en una lengua extraña, no pueda asistir al parto al que iba a asistir por acusarla ante la familia que iba a tener al hijo; finalmente, la criatura que nace no es un bebe, sino una especie de monstruo. Esto provoca su desenmascaramiento como bruja, la cual acusa a su vez, en la pira donde está siendo quemada, al extranjero de ser el mismo Satán. Resulta ser cierto.
      La presencia explícita del elemento infernal, descubierto al final del relato, la situación de la historia en el pasado, aunque aquí no parezca del todo significativo, más allá de alejar los hechos fantásticos del presente, y poco más nos lleva a situar esta obra en la literatura gótica, aunque sin duda es de terror. Por otro lado, teniendo en cuenta la extensión tan breve y la caracterización del mal podríamos considerar que sí lo es, a su modo, más como un paso adelante en este género, en el que Satán ya no es una aparición oscura, o su poder, sino que es un ser más bien positivo de cara al pueblo ignorante de su identidad. Esto, no obstante, nos recuerda a la presencia de Satán en El Monje.

      Hasta ahora hemos visto tanto a seres propios de los cuentos de viejas, el vampiro, la bruja y por último toca el fantasma. El último ser que aparece en esta colección es el relato "historias de fantasmas". Esta vez sí pertenece el relato a la colección de los Hermanos de San Serapión.
      El tema principal es la confrontación de la creencia con la ciencia. La protagonsita sufre visiones de fantasmas que el médico cree que es una "idea fija", curable con el engaño psicológico y el autoconvencimiento. Pero no funcionan estos métodos. Al final, la protagonista es capaz de demostrar la existencia de este fantasma, liberando de toda su tensión al ambiente familiar, pero con catastróficas consecuencias.
      De nuevo tenemos aquí un elemento sobrenatural, pero lejos de considerarlo infernal, está más cerca de lo lovecraftiano posterior. La locura es la consecuencia a una situación de tensión provocada por lo extraño, por el misterio.

      Podríamos concluir que si bien Hoffman no es un autor que todo lo que escriba sea gótico, sí utiliza este género en algunas de sus obras, siendo otras obras de terror.

      Hasta aquí la recensión crítica de este librito. Dejamos, para no alargar más este artículo, el estudio de su relación con su momento y otras cuestiones formales para otra entrada.

Hemos consultado:

http://lecturaenbergondo.blogspot.com.es/2011/09/barbara-roloffin-de-eta-hoffmann.html

https://de.wikipedia.org/wiki/E._T._A._Hoffmann#Werke

http://elespejogotico.blogspot.com.es/2014/01/la-leyenda-del-hombre-de-arena.html

viernes, 10 de julio de 2015

tristeza



SALVADORAS                          
          para Nicolás María López.

Cuando lloraba yo tanto,
cuando yo tanto sufría,
mis penas, solo mis penas
fueron constantes amigas...;
me quedé sin ilusiones,
me quedé sin alegrías,
volaron mis esperanzas...,
y en el mar de mi desdicha,
pobre y solitario náufrago
sin auxilio me perdía...;
llegó un momento supremo      
en que aborrecí la vida...
Entonces brilló a lo lejos
una playa bendecida,
la playa del sufrimiento,
de las tristes nostalgías...;
pensé un instante en la lucha
¡Sol que alumbró muerto día!
y me abracé a mis dolores
y salvé mi inútil vida...
¡Penas mías, yo os bendigo!
¡yo os bendigo, penas mías!
¡negras tablas salvadoras,
salvadoras de mi vida!
mi alma es vuestra, vuestra sólo;
yo no codicio alegrías,
yo gozo cuando estoy triste,
es mi llanto blanca dicha
que me embriaga de dulzuras,
de gratas melancolías...;
¡nunca, nunca me olvidéis
en el mar de mi desdicha!
¡entristeced a mi alma!
¡entristeced a mi vida!
¡que yo gozo con las penas
más que con las alegrías!
¡que jamás puedo olvidarme
de vuestra fiel compañía,
cuando solo, solo, solo,
sin auxilio me perdía;
cuando llegó aquel momento
en que aborrecí la vida;
cuando lloraba yo tanto,
cuando yo tanto sufría...!

(Citado por la edición de la Antología poética de Juan Ramón Jiménez, de Javier Blasco).

lunes, 8 de junio de 2015

hundir la...

                                     -(La relación con las mujeres es un juego de estrategia).
                                     -A-5.
                                     -¡Tocado y hundido! (...otra vez...).


jueves, 28 de mayo de 2015

la enseñanza de la literatura por Alberto Blecua.

Alberto Blecua ha sido entrevistado por la revista COMBATE. Entre todas las cosas tan interesantes que dice, voy a citar las que afectan al campo de la enseñanza. El resto de la entrevista podéis consultarla aquí:

http://revistacombate.com/sticazzi/alberto-blecua-cuando-la-cadena-de-la-tradicion-se-rompe-es-muy-dificil-recuperarla/

Lo interesante es la visión que nos da de la enseñanza de la literatura desde una visión de un antiguo alumno, de un profesor con mucha experiencia y un sabio. Esto hace que su testimonio, bajo mi punto de vista, sea mucho más valioso que el de cualquier entendido en didáctica. Os dejo su manera de ver las cosas.
Entrevista realizada por: FERRAN BENITO, CHEMA SEGLERS y JUAN CARLOS CALDERÓN

¿Qué es lo que más admiró de su padre?
De mi padre admiré pocas cosas, porque a los padres no hay que admirarlos. Claro, yo vi los defectos que tenía mi padre, como todos los hijos. Pero como profesor era muy bueno. De él aprendí yo a dar clase. Porque los maestros aprendemos de los profesores que hemos tenido. Ya puedes ir a una “escuela de maestros” o lo que sea: allí no aprenderás nada. Hay que coger de cada profesor lo mejor, aunque lo cierto es que mucha gente coge lo peor de cada uno y los imitan en las tonterías, no en la sabiduría. Y entonces es cuando viene el desorden…
¿Cuál debe ser entonces el papel de profesor?
Yo creo que un profesor de literatura debe saber ante todo transmitir el amor a los libros. Esta es su tarea. Y la única manera de aprender a dar clase es viendo a los profesores, oyéndolos. Por ejemplo, de Riquer aprendí yo mucho.
¿Cómo era?
Era un gran profesor. Y una gran persona. Era manco; perdió el brazo en los últimos días de la guerra: iba en un camión, se cayó y lo atropellaron. Llevaba un brazo de madera y escribía con la izquierda, aunque él era diestro. Y después, tenía dos máquinas de escribir: en una escribía el texto y en la otra redactaba las notas. Hasta que aparecieron los ordenadores; entonces se compró uno y estaba revolucionado, porque podía escribir y corregir en el mismo texto.

...

Por último os dejo unas preguntas relacionadas, aunque ya más centrada en la utilidad de la literatura y su adquisición, algo sobre lo que ya os dejé un enlace a un vídeo de facebook.

¿Cuál es la importancia de seguir leyendo hoy los clásicos? ¿Cómo hay que hacerlo?
Bueno, hay que seguirlos leyendo, claro, ¿si no de qué vamos a vivir nosotros? [risas] El problema es que en la enseñanza ya no los explican. Es una pena, porque si los profesores fueran buenos, en los institutos, enseñarían a amar la literatura y los clásicos. Los clásicos hay que enseñarlos desde pequeños. Nosotros aprendíamos con mi padre algo que estaba muy bien: la métrica. Aprendíamos de memoria las coplas de Manrique, el romancero,… con lo que después teníamos la lengua poética de un momento determinado. “La canción del Pirata”, Calderón, Góngora, y otras pequeñas cosas: era historia de la literatura en frescos, lo que hacía mi padre y lo que había en los libros de bachillerato de entonces. Lo que allí importaba eran los textos, no la vida del autor. Puede contarse la vida de este o aquel señor, pero lo que tiene interés verdaderamente es su obra. Ahora los chicos llegan a la universidad, leen a Garcilaso y no lo captan, no tienen la lengua poética ni la sensibilidad para leerlo.

...

Para acabar, ¿cuál es según usted el papel de la literatura en el mundo actual? ¿Qué sentido tiene continuar leyendo a los clásicos?
Es como preguntar qué sentido tiene ver un cuadro de Velázquez. Tiene un sentido cultural. Porque además la literatura es la vida, ¿por qué lo vamos a negar? Dice más la literatura que toda la filosofía del mundo, y que toda la historia. Te enseña mucho. También sobre las pasiones, porque el ser humano ha cambiado poco. Leed a Aristóteles si no.

domingo, 24 de mayo de 2015

Figúras retóricas. Didactismo.

Añado esta web a la página de didactismo. Es una web en el que están ordenadas las figuras retóricas y cada una de ellas viene explicada correctamente y con ejemplos. Parece más útil que wikipedia y otras webs que alguna vez me he encontrado. Sin duda, la utilizaré con mis alumnos para que les ayude a aprender estas figuras y como web de consulta para mí mismo.

http://www.retoricas.com/

jueves, 14 de mayo de 2015

Máximas IX

1- Cuando uno necesita de otra persona para realizar una acción, pide ayuda: necesita agua, pide un vaso; necesita comida, pide comer; necesita ir a un sitio, pide que le lleven; necesita un libro, lo pide; necesita follar...entonces hay que ser un estratega, al más puro estilo Napoleón, Bismark o Franco.

2- La felicidad es el encuentro, la suma, de dos voluntades que se buscaban.

3-la felicidad es el recuerdo

4- Indeleble es un adjetivo que me recuerda a Cartago, como a cada una de las mujeres que han pasado por mis piernas.

5- Indelebles son, más aún, las que han pasado por mi pecho, hayan o no pasado también por mis piernas.

lunes, 11 de mayo de 2015

¿Para qué sirve Cervantes?

      Como posible futuro docente lo que se enseña y cómo se enseña es una de mis preocupaciones. Sobre todo, su justificación y su aplicación a la vida cotidiana es un punto de vital importancia en mis intereses docentes. ¿Para qué necesitan mis alumnos sintaxis o saber sobre el Arcipreste de Hita? Bueno, aplicaciones hay, tanto practicas como no prácticas. Y esta es otra cuestión, ¿todo lo que sirve tiene que servir para algo concreto y práctico? ¿Existe la utilidad no práctica? Pero eso lo podríamos dejar para otro día.

¿Para dar trabajo a científicos?

      Ahora lo que os quiero es mostrar un vídeo que enlaza a facebook en el que se cuestionan estas cosas y nos pueden hacer reflexionar. A su vez, lo añado a la página de didactismo.

https://www.facebook.com/boyinabandcom/videos/10153097615326387/


viernes, 1 de mayo de 2015

Leopoldo María Panero Rainer María Rilke yo

Estoy leyendo actualmente dos poemarios. Last River Together, de Leopoldo María Panero y Sonetos a Orfeo, de Rainer María Rilke. Dos maneras distintas de percibir la creación poética. Dos maneras distintas de expresar todo un mundo interior que les llevaba a plantearse las verdades del mundo.

La lectura de Panero te lleva a preguntarte sobre qué y por qué escribe como escribe, mientras te dejas llevar por los laberintos de sus afirmaciones intentando encontrar de qué están hechos los ladrillos que lo construyen (pues es artificial el laberinto, y oscuro y a la oscuridad te va dirigiendo a cada paso, a un lugar que desconoces pero que sabes que estará lleno de telarañas y vomitonas en las esquinas). No digamos todas, pero sí algunas, son composiciones que bien podrían haber sido publicadas en forma de parrafitos complejos, llenos de imágenes complicadas de digerir a veces, hermosas otras. Sin embargo, nos encontramos poemas con un juego formal que a veces trasluce una significación consciente, con sus versos corridos y otros cortados tras una conjunción o artículo.

Mientras tanto, Rilke en composiciones que en Alemán dicen ser formalmente impecable, nos habla con un lenguaje mítico sobre la actualidad de su pensamiento. En él son sus dudas existenciales, sus ideas místicas sobre el devenir humano, lo que más nos atrapa (ante una traducción, qué vamos a decir sobre sus sonetos, aunque los tenemos también en alemán, y únicamente podemos contemplar que tales son, al más puro estilo clásico). Partir de Orfeo y de la muerte misma para reflexionar quizás no sea del todo original, pero es que ser original hoy en día quizás sea un pecado porque su imposibilidad nos lleva a ser gilipollas; pero lo que sí consigue es hablarnos con un lenguaje moderno sobre un tema eterno, lo cual nos debe servir de magisterio. Sus metáforas nos parecen secas y su estilo parece ser (sólo parece, a través de la traducción de Visor) poco pretencioso, sólo lenguaje sencillo, símbolos nuevos e ideas eternas en un juego formal purista que nos gusta y nos hace sentir bien ante una lectura tranquila y relajada.

Y mientras tanto, sigo pensando en mis propios poemas, en querer darle una imagen de tradición y modernidad, que quiero que sean sinceros sin ser verdad siempre. Queriendo que no se lean autores en mis poemas, pero que sí se trasluzca que no están exentos de tradición, sino que esta está detrás de cada uno de los versos. Y todo esto, sin ser pretencioso ni parecerlo.

martes, 28 de abril de 2015

la inutilidad de los políticos

El vídeo, a pesar de ser de las noticias de Antena 3, me ha encantado y tengo que dejarlo aquí para la posteridad.

Muy Grande Vicente Vallés

Posted by Kempoi CasMaikel on Venres, 24 de Abril de 2015

viernes, 24 de abril de 2015

Elric of Melniboné, Michael Moorcock

Tal cual es mi edición
Bueno, voy a hablaros de un libro después de mucho tiempo. Esta vez es esta, para mí, joyita de libro. Me pillé esta misma edición sólo por la portada y mi idea es conseguir la colección entera de la editorial DAW. 

Esta obra es distinta a otras obras famosas de literatura fantástica y que han sido hito en la literatura y han tenido repercusión en la sociedad actual a través del cine. Este libro forma parte a una serie de obritas centradas en un personaje y quienes le rodean, Elric de Melniboné. Su extensión contrasta con la de las novelas tipo que rondan de las 200 a las 350 páginas, al modo de Dragonlance, de El Señor de los Anillos, El Elfo Oscuro. En concreto, este libro tiene 160 páginas, en un tamaño pequeño (algo más grande que un octavo diría yo). Como vemos, una obra de rápida lectura.

En comparación con esas obras, a las que podría sumar la Saga de la Fractura o Narnia, en esta no hay un gran conflicto que ponga en peligro el mundo o una civilización, no es el asunto principal, aunque haya un amago que sirve de arranque de la historia. En esta novela corta el asunto gira en torno a la evolución psicológica de un personaje. Esta evolución no se produce sólo por medio de la experiencia del sujeto, sino que recibe ayuda de seres sobrenaturales que le dan empujoncitos, casi como dei ex machina. Sin embargo, hay una cuestión básica  que podemos tener en cuenta: el protagonista no es igual que los demás, es un ser distinto al resto de su raza, con intereses y esquemas mentales muy distintos a los que se esperan en un emperador de Melniboné.. Esta diferencia es la que causa un conflicto con otro aspirante al trono y de aquí surge la "aventura", que será el camino iniciático del protagonista.

La sociedad de Melniboné, como ella misma se define, está basada en la complacencia, en no alinearse con el bien ni el mal, sino simplemente en hacer lo que en cada momento le parece más adecuado, que puede ser desde controlar el mundo (como parece que ya pasó en el pasado) a simplemente darse a los bailes y las comilonas. Una ley basada en las costumbres y en la imaginación. Sí, imaginación. Los castigos se valoran según el ingenio que lleva a la máxima crueldad improvisada. Curioso cuanto menos. Lo que no se espera nunca, es el perdón, la misericordia y, sin embargo, es por estos caminos tortuosos para un Melniboniense por los que discurre la evolución del protagonista. ¿Por qué no llega nunca la muerte del malo? 

La respuesta nos deja patidifusos. Quizás sea lo mejor del libro, cuyo estilo narrativo nos parece casi infantil. Tanto el protagonista como el antagonista, dice Elric, han sido marionetas de un juego de las divinidades o seres supranaturales. Esos seres son los que desean la muerte, el enfrentamiento entre los mortales y Elric no está dispuesto a darle esa satisfacción. Detrás de esto tenemos una enseñanza, que es la que pretende mostrarnos Moorcock, y es, por lo que intuyo, por lo que criticaba a Tolkien. Dicha enseñanza sería que los humanos debemos ser LIBRES, pero libres en el sentido más infantil y básico, libres en el sentido de que debemos ser dueños de nuestro propio destino y hacer lo que creemos más oportuno sin dejarnos llevar por lo que la costumbre, la moral, la ley indique. Es la gran obra anarquista de fantasía.

Son muchas las cosas que se podrían analizar, pero no saldría bien parado Moorcock ni es cuestión el entrar ahora a analizar al por menor la cuestión aquí indicada de la evolución psicológica de Elric que le lleva a ser casi un mesías melniboniense del anarquismo. No lo haremos por si destruimos la construcción de Moorcock y preferimos quedarnos con la obra en sí, con el disfrute de un mundo nuevo de fantasía en el que la relación entre lo terrenal y lo sobreterrenal nos parece, a través de Elric, de lo más sencillo. Son aún muchas las aventuras que nos esperan de Elric con su espada Stormbringer, recuperada a lo largo de su aventura en esta novela, en un plano del universo (en un universo quizás) distinto del suyo propio, en el que se adentra de modo valiente en lo desconocido, aunque aquí tampoco transmite la sensación de mundo desconocido y de terror a lo desconocido que en Almuric percibimos. Quizás no sea propio de Elric el tener miedo, aunque sí dudas. Seguiremos descubriéndolo en próximas lecturas.

                                  OTROS

Hay una canción de Blue Öyster Cult, Black Blade, escrita entre Eric Bloom y Moorcock desde el punto de vista de Elric sobre su espada Stormbringer




I have this feeling that my luck is none too good
This sword here at my side don't act the way it should
Keeps calling me its master, but I feel like its slave
Hauling me faster and faster to an early, early grave
And it howls, it howls like hell

I'm told it's my duty to fight against the law
That wizardry's my trade and I was born to wade through gore
I just want to be a lover, not a red-eyed screaming ghoul
I wish it'd picked another to be its killing tool

Black blade! Black blade!
Forged a billion years ago
Black blade! Black blade!
Killing so its power can grow

There's death from the beginning to the end of time
And I'm the cosmic champion and I hold a mystic sign
And the whole world's dying and the burdens mine
And the black sword keeps on killing 'til the end of time

Black blade! Black blade!
Bringing chaos to the world we know
Black blade! Black blade!
And its using me to kill my friends
Black blade! Black blade!
Getting stronger so the world will end
Black blade! Black blade!
Forcing my mind to bend and bend

The black blade
Forged a million billion years ago
My cosmic sword goes on for eternity
Carving out destiny
Bringing in the lords of chaos
Bringing up the beasts of Hades
Sucking out the souls of heroes
Laying waste to knights and ladies
My master is my slave
Hahahahahahahahahahahahahahaha!

martes, 21 de abril de 2015

opiniones entendidas del desastre de la educación actual

En este maremágnum en el que me encuentro, donde olas de información me asaltan a la vez que quiero dar rienda suelta a mis pasiones internas, y entre unas y otras me encuentro sin saber a qué atender, si a mis deseos o los deseos de la modernidad, debo no negar la posibilidad de que se escuche la voz de otros que dicen cosas interesantes aunque no sean el centro de mis intereses. Sin embargo, por el hecho de que espero ser profesor, a veces sí que siento cierta inclinación a la reflexión sobre temas didácticos que me permitan comprender mi aún futuro.

Os dejos, por miedo a que se pierda, este artículo sobre las opiniones que una profesora con treinta años de experiencia vierte en un libro sobre qué ha ocurrido para que estemos en un estado tan deplorable en materia de Educación. Añado esta entrada igualmente a la página de didactismo que se puede ver en la parte superior del blog.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-04-21/como-la-educacion-espanola-se-echo-a-perder-contado-por-una-profesora-veterana_733989/

Cada vez que se publica un nuevo informe PISA, el reflejo natural de todos los españoles es el de llevarse las manos a la cabeza. ¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué hemos hecho mal? ¿Quién tiene la culpa de esto? Todos llevamos dentro de nosotros un seleccionador de fútbol, un politólogo y un experto en educación que no titubea a la hora de explicar qué es lo que ha ocurrido. Uno de los objetivos más frecuentes de nuestros dardos son, precisamente, los profesores, aquellos que en un pasado fueron respetados y que, súbitamente, fueron despojados de su autoridad en el aula.
“Hablo de los profesores de enseñanza secundaria y, más precisamente de los de mi generación, de los nacidos en un lapso aproximado de quince años y que en el apogeo de su juventud/madurez extrañamente pasaron de ser competentes a ser incompetentes de manera inopinada”, escribe la profesora retirada Luisa Juanatey (Santiago de Compostela, 1952) en Qué pasó con la enseñanza. Elogio del profesor (Pasos Perdidos), un lúcido ensayo en primera persona sobre su trayectoria vital en la enseñanza desde los años ochenta hasta la actualidad, que es tanto un retrato de una generación que se propuso revolucionar la escuela heredada del franquismo como un certero diagnóstico de los problemas que aquejan a la educación española secundaria.
“Lo que me propongo es que se valore al profesor como un elemento clave”, explica a El Confidencial la profesora de Lengua y Literatura que dio clase en institutos andaluces, madrileños, gallegos, valencianos y del País Vasco. “Si la enseñanza y el profesor no están valorados, no hay nada que hacer. Si enseñas algo que puede no ser útil en un sentido inmediato pero alguien lo aprende bien y eso se valora, le va a servir siempre y le va a enseñar a aprender”.
Nos sumergimos con Juanatey en los abismos del sistema educativo español a partir de algunas de las claves que nos ayudan a entender qué ha ocurrido durante las últimas décadas.
La LOGSE, un antes y un después
El 3 de octubre de 1990, el PSOE aprueba la Ley Orgánica General del Sistema Educativo, que sustituye a la Ley General de Educación, vigente desde 1970. Con ella se propone llevar la educación a todos los rincones del país, pero para Juataney, que en su día recibió la reforma con esperanza y algo de candor, supone el principio del fin de la escuela española. “Cada vez había más institutos y era una ley de izquierdas que garantizaba la educación hasta los 16 años”, rememora la autora. “Pero lo trastocó todo porque, fundamentalmente, devaluó la enseñanza”.
¿De qué manera? Al principio, a base de conceptos que servían para llamar de otra forma a realidades que ya existían. “Pusieron en circulación palabras como motivación, como si no lo fuésemos suficientemente, o como si no fuese un estímulo tener una enseñanza pública para todos”, explica. El profesor pasó a ser un docente que tenía, entre sus funciones, motivar a los alumnos, algo que siempre habían hecho aunque quizá no se llamase de la misma forma.
“Empezó a darse una depreciación de la idea de autoridad, a la que añadían cosas como que no se podía expulsar a un alumno de clase, de lo que no abusábamos, pero que era una herramienta”, rememora la profesora. “En lugar de que la sociedad ayudase a trasladar a los niños un sentido de las normas (no se puede interrumpir al profesor, no se puede molestar a los compañeros), se produjo lo contrario”. Es el caso de la irrupción de los pedagogos, expertos en psicología que pasaron de súbito a saber mejor que los anticuados profesores lo que estos debían hacer en las aulas en las que vivían día tras día. O la obligación tácita de aprobar a los alumnos, aunque no cumpliesen los mínimos exigibles. “Empezó mal y mal ha seguido, a pesar de que todos hemos tenido algún grupo que trabajaba bien. Pero eso no es un sistema público de enseñanza que se basa en la igualdad”.
Fue la izquierda quien, en apariencia paradójicamente, impulsó este cambio, aunque tampoco el Partido Popular hizo nada por revertirlo, más preocupado por las privatizaciones. “Ahora es muy difícil volver atrás”, se lamenta la autora.
El día que el profesor dejó de tener razón
Entre la confluencia de factores que explican la evolución del sistema educativo español de las últimas décadas, Juataney encuentra la raíz en el descrédito del profesor, que pasó en menos de 20 años de ser un severo y a veces despótico dictador a verse desposeído de toda credibilidad. “Los adolescentes viven en una constante incitación, la sociedad de consumo tiene una cantidad de estímulos perenne que les da una serie de cosas muy dinámicas y móviles, pero también superficiales”, explica la profesora. “La figura del profesor como grupo social encarna esos valores de no tratar de ser famoso, de no triunfar, de no tener dinero o un gran coche, ni es el modelo del deportista esforzado y triunfador al que continuamente están expuestos los alumnos”.
Los profesores, recuerda la autora, no tienen mayor ambición que la de transmitir su conocimiento ejerciendo su autoridad pero siendo conscientes de que, tanto sus alumnos como ellos, lo ignoran casi todo. “Otra contradicción fue lo de que el aprendizaje no debe ir de arriba abajo”, recuerda. “¡Qué absurdo! ¿Los que nacen después enseñan a los que nacen antes? Ese absurdo se ha propagado: los profesores están anticuados, no se adaptan, no se reciclan…” La escuela pública española fue durante mucho tiempo un paradigma de igualdad, en el que había tantas mujeres como hombres (o más) en un clima de respeto y compañerismo.
En el debe de la sociedad española hay que añadir pequeñas decisiones promovidas desde las nuevas instancias de la autoridad educativa, como el desprecio de la memoria (“que es valiosísima para aprender; imagínate ir a la autoescuela y decir que lo que quieres es aprender distraídamente y jugando”) o el esfuerzo. “Esforzarse, luego memorizar tras haber entendido y leído, manejar textos, poner en práctica… esto es lo que te permite aprender”, explica Juanatey.
¿Mi hijo no estudia? La culpa es del profesor
Al mismo tiempo que los docentes perdían su autoridad y se veían desprotegidos ante unos alumnos cada vez más cargados de razón, la sociedad encontró un culpable propicio para todo aquello que estaba ocurriendo… Y que volvía a ser el propio profesor, tildado de acomodaticio yvago. “De repente cambió todo, y te encontrabas con que nada más entrar en clase había grupos que te recibían con un rechazo absoluto”, rememora Juanatey. “Desde todas partes empezamos a oír que éramos unos vagos. No lo éramos, simplemente no aspirábamos a grandes cosas: lo pasábamos bien preparando las clases”.
Luisa Juanatey.
Luisa Juanatey.
“De la noche a la mañana llegó lo de que no servíamos para nada, que éramos material de desguace, ¡peroéramos los mismos que el año anterior!”, recuerda, a pesar de la voluntad de adaptación de los profesores, que introdujeron poco a poco cambios como el rediseño del aula. Pequeñas alteraciones que funcionaban si los alumnos estaban dispuestos a aceptarlas, pero que “es muy distinto si lo primero que tienes que hacer es decir a los chicos que no pueden estar espachurrados sobre el pupitre, que hay que traer el cuaderno, que así no se puede trabajar, que les pidas que no se vayan a la construcción porque son jóvenes y te respondan que eso era en nuestros tiempos… Esa clase de ambiente nos desprestigió, porque empezaron a prevalecer valores que iban en contra de todo esto”.
Juataney habla del reciente ejemplo de las reformas llevadas a cabo por los colegios jesuitas de Cataluña para ilustrar por qué la educación en nuestro país es, desde hace 20 años, cada vez más clasista: “Si tú me das una clase de gente que en su casa tiene libros, que oye un vocabulario determinado y trata ciertas cuestiones, que viene a aprender y que van a mandarlos a Estados Unidos después del bachillerato, se pueden hacer maravillas. Pero también he dado clase en barracones como los que hay en la Comunidad Valenciana. ¿Qué hacemos, el modelo de los jesuitas con los chicos metidos en un cajón de obra? ¿Con quién lo hacemos, con los que han tenido suerte y estudian en un aula mejor? Esto no es un sistema público de enseñanza”.
Padres malcriadores para niños malcriados
Los alumnos no cambiaron de comportamiento, hábitos y costumbres por sí mismos. Ni siquiera únicamente por la ley ni por los medios de comunicación, aunque ambos favoreciesen el nuevo sistema de valores: los padres tuvieron mucho que ver. “Fue esa moda de que a los niños no se les puede contradecir, que tienen que ser creativos y libres”, explica la autora. “Fíjate ahora que los que lo defendían son los mismos que se han enamorado de la expresión ‘poner límites’. Pero era lo que decíamos todo este tiempo cuando nos ponían verdes por hacerlo. Poner límites es establecer normas, sancionar”.
Los nuevos alumnos, así como sus padres, empezaron a entender que podían exigir lo que quisieran. Entre todas esas cosas, recibir un aprobado sólo por ir a clase a diario: “Llegó un momento en que todos empezamos a aprobar más de lo debido, sabiendo que habíamos enseñado la mitad que antes”. En una esclarecedora anécdota del libro, Juanatey recibe la visita de un padre después de que su retoño proteste por haber obtenido un dos. El padre, tras releer la prueba, no tiene ninguna duda: “Yo le habría puesto un cero”.  
El ambiente, alentado por Consejos Escolares, inspectores, medios de comunicación y autoridades políticas, favorecía esa percepción en la que el niño tenía la sartén por el mango. “Si a los padres se les hubiese inculcado queel niño viene a respetar al profesor y a aprender unas asignaturas y no se les hubiese dicho que estas estaban anticuadas, que el profesor no era un monigote que se tenía que quedar callado cuando el Consejo Escolar decidía que un niño podía escuchar música con auriculares, habría sido muy distinto”. No son las únicas razones: un mayor número de alumnos entró en la escuela, al mismo tiempo que los padres y, sobre todo, las madres, podían pasar menos tiempo con sus retoños.
“En el colegio me gusta que los niños se diviertan”, recuerda Juataney que decían algunos padres. “Yo considero que los profesores deben hacer esto, aquello, lo de más allá… ¿Pero usted ha estado alguna vez en una clase? ¿Usted sabe lo que le toca al profesor hoy y que todo eso tiene que hacerlo en una situación en la que no se le valora ni respeta, y además el niño dice que no vale porque no es divertido?”. Una situación que dio una nueva definición de lo que debía ser un profesor: “Alguien a quien se le exige que complazca al niño y que le apruebe”, explica la autora con sorna.
Los valores de una bella profesión
Seguramente, usted también haya escuchado aquello de lo bien que viven los profesores con sus tres meses de vacaciones al año (falso), uno de los colectivos más vilipendiados de las últimas décadas de la historia española junto a los funcionarios. Quizá porque paradójicamente no encajan en los cánones de la sociedad moderna –ambición, lujo, consumo– en los que se han criado las nuevas generaciones de alumnos. “Un profesor no tiene nada que ver con alguien que lleva marcas, que se somete a cirugía estética, o que aspira a tener un yate o ser famoso”. No, explica Juataney en el libro, los docentes no quieren un sueldo mayor, que los hagan catedráticos o que los inviten a opinar en los medios (donde, dicho sea de paso, raramente aparecen): quieren hacer su trabajo con dignidad.
Esto ha sido complicado en los últimos tiempos, una situación acentuada en los años inmediatamente anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria, tiempos en los que nadie necesitaba tener estudios para conseguir un buen sueldo. Pero, como recuerda la autora, una sociedad que piensa que la educación no sirve para nada es “una sociedad que se engaña”. “Si miras los terribles datos del paro, hay una gran diferencia entre los que tienen preparación y los que no. Prepararse sí que sirve, porque, y en esto estoy de acuerdo con los psicólogos, aprender siempre es aprender a aprender”. Por eso, toda una generación se encontró de repente sin nada, es decir, sin preparación, “y luego se dieron cuenta de que, aunque ya no haya rosas para nadie, tener estudios te favorece”.
Paradójicamente, se ha vuelto a completar el círculo, y muchos de aquellos a los que su entorno empujó a desertar de la escuela han vuelto a la misma en busca del esfuerzo, formación, crecimiento personal y riqueza intelectual que el colegio ofrece. ¿Y los profesores? Aunque la situación sea complicada, Juanatey insiste en que quiere concluir con un mensaje positivo. “Sigue siendo una profesión realmente satisfactoria, y me gustaría animar a todos los que tienen el deseo de ser profesores, así como decirles que exijan mucho: realmente es una vida buena la del profesor”. Y no, no se refiere al dinero, el prestigio, la adulación o la capacidad de influencia de la que carecen, y a la que, de todas formas, tampoco aspiraron.

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