Odio, eso sí, que se use la distribución cromática que inventaron los de las películas, verde, marrón y azul. Pero bueno, si hacemos abstracción del color, tenemos un diseño espectacular, preciosista y muy propio para una edición china. Como leemos en la web The One Ring, el artista es Jian Guo. Mis respetos.
Vamos a fijarnos en el diseño. En el centro, totalmente insertado en el paisaje, está el anillo estilizado.Un círculo dorado y la grabado del mismo en lengua negra. En el centro, lo que interpretamos lógicamente como el título del libro y el del volumen. Entremedias, el autor. No sabemos chino y su escritura la conocemos de un modo tan ligero que se reduce a lo que hemos visto en cartelería y poco más, pero se nota que hay un cuidado extremo en la belleza de la misma, con trazos cuadriculados y muy medidos los espacios, produciendo una sensación ruda, épica, ¿medieval? Igual ocurre con la grafía latina para el nombre de Tolkien, muy influida por la tradicional que todos conocemos que él mismo creó, pero se la nota con cierta modificación que no le quita ni un ápice de belleza a la original.
Enmarcando al anillo y solapándolo en parte, tenemos el paisaje con los protagonistas. En la parte superior, los árboles, ¿estilización de alguna especie oriental? que crean el conopeo ¿Es algún lugar? es el dosel arbóreo en el que se resguarda y da profundidad a la escena que se viene a un segundo plano, en perspectiva por su verticalidad. En este segundo plano aparecen los protagonistas, como en unas escaleras que serpentea en torno al anillo, que queda dentro de la escena. De arriba abajo están: Legolas, Gimli con un hobbit ¿Sam?, Boromir, al otro lado del anillo, los que creo que son Merri y Pipin, más abajo Aragorn, Gándalf y Frodo, el primero de la comitiva, cruzando estos dos últimos un puente que cruza un río en cascada. ¿Están saliendo de Rivendel?
La maravilla de esta escena no reside sólo en el esteticismo de las escaleras y las rocas talladas que las rodean y dan perspectiva con ese verticalismo, rocas con florituras y algo de vegetación que abrazan al anillo. La belleza termina de imprimirla la parte dinámica. Sobre lo inmóvil verde, aparecen las figuras, de un marfil reverdecido, que imprimen (ayudado por los pajarillos, también de matices muy claros, casi blancos) el dinamismo junto con la caída del agua. El vuelo del pelo y capa de Legolas, que mira hacia atrás, la posición de brazo extendido de Gimli y un hobbit que le acompaña de perfil. Boromir encarando su paso por detrás del anillo, con un pie avanzando. Los dos hobbits juntos en posición saltarina, traviesa, ¿jugando con los pájaros?. Un Aragorn que nos evoca misterio, con esa mirada casi hacia atrás, pegado a Gandalf mientras que su pierna nos indica que avanza. Por último, en la línea central, por delante y en la parte baja del anillo, Gandalf en una posición agachadesca mientras señala el camino a Frodo, al que su capa le vuela hacia delante. Es, en conjunto, una maravilla.
¿Por cierto, os habéis fijado en el búho amarillo? ¿Y la estatua tallada en roca? ¿Qué hace Sam?
Todo esto está enmarcado por una filigrana modernista que limita y focaliza la visión y atención de la visión. En todo lo alto, a modo de corona, el título (incompleto, espero que lo corrijan) del título de la obra en inglés.
Portada vertical maravillosa. Desde que miras los árboles, la mirada baja serpenteando hasta que la cascada rompe sobre las piedras debajo de toda la escena, y nunca te cansas de mirar.
Aquí tenemos la portada de Las Dos Torres. Comprobamos que respeta el cromatismo de las películas. El diseño parte de los mismos elementos básicos y nucleares de la anterior. El enmarque y el anillo, esta vez con el título de Las Dos Torres en vez del anterior, como es obvio. La verticalidad se respeta, pero esta vez, es menos acusada, ya que los elementos que rodean al anillo hace que veamos una portada más circular.
Partamos de las torres. Son las que crean perspectiva a través del cambio de tamaño y de plano con respecto al punto de referencia principal, el Anillo. En el fondo tenemos una torre blanca que no terminamos de identificar. No creemos que sea Barad-dûr, por eso de que es blanca. El blanco pertenecería a una obra hecha por hombres, no tiene sentido que sea para la más funesta de las torres creadas por el Señor Oscuro en la Tierra Media, además, ¿la luna no será una pista? Sí, creo que es Minas Morgul, la ciudad de la que arranca el ataque contra Minas Tirith cuando la batalla de los Campos del Pelennor. Antiguamente esta ciudad fue llamada Minas Ithil (Torre de la Luna). Creo que nunca se llego a decir claramente a qué torres se refería el título del libro, por tanto no es ningún problema que sea esta, y no Barad-dûr, la que aparezca. El hecho de que esté rodeada de montañas negras no lo contradice, sino que es un argumento a favor. En este lado del diseño debemos añadir sólo la existencia de unas montañas escarpadas que traen la vista hacia el frente, rodeadas de brumas, que no permiten que haya un espacio vacío, sino que todo es diseño hermoso, el horror vacui está totalmente justificado.
A la izquierda, tenemos otra torre, negra, con la mano blanca en su frente, es, sin lugar a dudas, Orthanc, Sutilmente se ve detrás montañas, que enlazan por la altura con las que rodean lo que hemos considerado Minas Morgul. Delante de Orthanc tenemos lo que son hojas, simulando árboles. Mostrando así el momento de Orthanc previo a la devastación de los entornos, causado por la locura de Saruman. Este detalle nos llena de entusiasmo por comprobar la sutil coherencia que vamos a ver a continuación.
Pasemos ahora a la parte inferior y superior. Empecemos por la parte inferior, de modo que enlacemos con el párrafo precedente. Tenemos a un Saruman el Blanco recostado, cuyas faldas se pierdan en modo mironiano mientras contempla la Palantir. No sé si el color de la misma es el más apropiado. Pero sí es totalmente apropiada su mirada profunda hacia el mismo. Y esto me llenaba de entusiasmo. Muestra la escena un momento anterior al de la caída de Saruman. Esto es coherente con el hecho de que Orthanc, que está a sus espaldas y en un plano más profundo, conserve la profusa vegetación. La mano blanca, por tanto, no sería más que la pista para indicarnos antes qué torre estamos.
Sobre el anillo, y enlazado a él, tenemos a ¿un dragón? No. ante un nazgûl. Si nos fijamos, se puede ver al jinete, tirando de las riendas y con la espada en la mano derecha. El juego de enlazarlo con el anillo y jugar con el plano de Orthanc me parece divertido y estéticamente acertado. Para terminar, podemos ver el resto de los nazgûl en el fondo y arriba, entre las nubes, creo que en un estilo muy cercano a lo que Tolkien quería. No parecen estar todos, pero ¿qué más da? Tampoco hay sitio para todos.
Para terminar de limitar la imagen, como un añadido de relleno al igual que lo era el final de la cascada en la portada de La Comunidad del Anillo, una serie de pájaros dan el toque de cierre por debajo de Saruman.
Partimos de lo mismo. El mismo encuadre y título en inglés (que, repito, espero que corrijan) y el anillo en el centro con los cambios pertinentes. Aquí la verticalidad vuelve a ser evidente, con un diseño mucho más claro que los anteriores, con menos profusión de líneas. Aquí la importancia reside en la escena bélica.
Empecemos por fondo. Un sol radiantísimo, enorme, cae sobre toda la escena iluminando. Aquí no hay nada que oculte el sol, ni la cubrición forestal ni las nubes oscuras. El cielo limpio para permitir el paso de la luz que trae esperanza, la ilumina, en el final de una historia llena de horror y miseria.
En la parte superior encontramos a un Gandalf coronador, en un "no-plano", como un Dios Padre bendecidor. La corona destaca con un color brillante que deja claro muchas cosas. En la inferior tenemos la escena bélica solapando al anillo y por delante de él a Frodo y Sam. Primero veamos la escena bélica.
Están mirando para ambos lados. Esto podría estar exigido por el diseño vertical y centrado en Frodo y Sam, que miran al frente, pero nos encontramos que están en una colina. Están unidos los miembros de la compañía reunida, jinetes de Rohan y soldados de Gondor. Escena de gran dinamismo, con cuerpos inclinados hacia adelante, con caballo encabritados, lanzas en ristre y alzadas, arcos dispuestos, hachas cargadas y el viento moviendo el pelo. Lo que podría ser un trasunto de los Campos del Pelennor creo que es más bien un reflejo de los momentos previos a la batalla ante la Puerta Negra. Esto es lo coherente si lo relacionamos con la escena en primer plano. Un Frodo y un Sam, en unas tonalidades claras, para destacar al máximo, en un lugar estrecho, mirando al frente, al borde de un precipicio, con una brisa que les mueve la ropa. Podrían estar en los Sammath Naur. Por tanto, tenemos dos escenas de un mismo momento, de gran tensión en la obra literaria. Sam con los ojos abiertos y sentado, Frodo, de pie, se mira la mano, ¿al Anillo? ¿Duda en ese momento?
Una maravilla de diseño. Una maravilla de diseño cada una de ellas. Todas. Y en conjunto, un juego espectacular narrativo de lo que es El Señor de los Anillos.