Quizás la más compleja sea la del profesor. Decimos esto porque es en la responsabilidad del profesor en la que recae más peso. Por un lado, la ley exige que se usen las TIC. Por otro lado, pero yendo de la mano y atendiendo a exigencias externas, la ley recoge la necesidad de trabajar y desarrollar en los alumnos lo que se conoce como las Competencias básicas, entre las cuales se encuentra la del tratamiento de la información y competencia digital.
Esto conlleva, irremediablemente, que el profesor tenga que formarse en el uso de las TIC aplicadas a su área de conocimiento, especialmente, desarrollar su propia competencia digital. El objetivo es poder trabajar en su clase esta competencia en sus alumnos con los conocimientos y saber hacer propios de quien sabe lo que hace.
Y no hablamos sólo de un seguimiento de la ley, hablamos también de un cambio de mentalidad en la sociedad que ha traído consigo un cambio de paradigma educativo. En este nuevo paradigma educativo, los procesos de enseñanza han tomado relevancia y pertinencia, de modo que no podamos obviarlos, y en estos procesos, queramos o no, las TIC son necesarias.
Por tanto, como vemos, el profesor sufre la presión de la ley y la del propio contexto social que le exige un cambio para que actúe con responsabilidad y se transforme así mismo para, de este modo, transformar también su modo de enseñar, dándole una importancia al "cómo" que antes no la tenía (al menos de un modo generalizado), no obstante lo que cada profesor hiciera.
Sin embargo, creemos que el uso de las TIC, al ser un medio de comunicación más, ha de ser adecuado según el contexto, de modo que no siempre tienen por qué ser necesarias, sino sólo posibles, pudiendose elegir otros medios considerados tradicionales, como fotocopias o la pizarra. Cada uno tiene una funcionalidad y debemos saber aplicarlas. Es decir, saber cuándo no usar las TIC también es propio de un buen desarrollo de la competencia en tratamiento de la información y competencia digital.
Los alumnos no son nuestros foco de atención en este artículo, pero podemos apuntar para un posible futuro artículo la necesidad de atender a la brecha digital y al uso responsable y reflexivo de las TIC.